Bien, comencemos con el simple hecho de que mi lap parece ya no funcionar, ha de haber sido el dedo bendito de Dios el que logró que mi vieja pero duradera máquina haya dejado de prender el día en el que no la uso.
A partir de ahí surgen demasiadas posibilidades hacia lo factible o lo posible en lo que se efiere a mi reacción, pero mis padres me exigen la inocente y desprevenida. Quieren que diga un simple: "bueno, ya estaba vieja".
Debido a esa terrible situación, que me llega a un término de preocupación, debido a lo que he escrito en ella y a mis trabajos finales que tengo que entregar en la semana entrante, tomo la mac de mi madre para pláticar un poco y ver si puedo rescatar algo al aberlo subido a internet por cualquier razón.
Antes de poder estar completamente afín en la nueva situación, mi padre me regaña al decir que necesito comprarme maquillaje, una plancha para el cabello y alguien que me lo planche para el ensayo general del viernes; porque, oh sí, tengo que plancharlo, ya que al parecer, me ofrecí para no solo engelarme el cabello, o yo que sé.
El punto es que mi padre me regaña y me molesta con el hecho de que hablo como si estuviera en una obra de teatro, le cambio el tono y me dice que hablo como Iraís, lo cambio nuevamente y me dice que hablo como puto, asi que, finalmente, le grito y le pregunto si así le gusta mi tono de voz, lo cual, obviamente le desagrada bastante.
Después de una larga discución, insultos y uno que otro golpe, se va indignadísimo diciendo que soy vulgar y egoísta, claro esta que él no piensa en mí, ni mis costumbres, ni mis amistades, ni si quiera por mis trabajos y mis escritos.
No hay que decir que todos se ponen del lado de mi padre, porque, como he mencionado, si no en este blog, en el anterior, suelo ser el pretexto perfecto cada vez que hay algo en la casa que va mal, supongo que por el hecho de ser diferente a ellos.
En fin, es en momentos como estos en los que me vuelvo completamente insensible y me pregunto el porqué de la idiotez tan certera que suele invadir a mi familia cuando se trata de mí. Digo, yo sé que no soy una blanca palomita o cualquier expresión que quieran usar para determinar de que no soy santo, pero el simple hecho de que, desde el comienzo yo estoy mal, me exaspera.
Cada vez que se entabla una discusión conmigo, soy yo el culpable de dicho encuentro, pero no se pinesa que es posible que mi exasperación es lo que lo provoca.
Todos los días escucho a mi padre quejarse de que le doy mal uso a la computadora al chatear y jugar Tibia, claro que nunca me ve hacer tareas, escribir, leer libros o parecido, porque lo que le interesa es decirme que estoy mal.
Mis hermanos me mencionan que soy demasiado intenso en lo que se refiere a expresiones, pero debo llegar tarde a un concierto de música clásica porque la princesa se tiene que bañar y debo jugar Madden con el gañán porque se encuentra aburrido.
Mi madre, no vale la pena mencionarla, es completamente ilógica, y día a día lo demuestra con su pensamiento tan abstracto e introvertido, al hecho de padecer pésima memoria y una ligera esquizofrenia, siempre justificados por su agotamiento.
Uno odia a la gente porque ésta suele tener un comportamiento pobre o despreciable.
Uno odia a la gente porque cree que esta por encima de ella.
Uno odia a la gente porque convive tanto con ella que le desespera.
Uno odia a la gente porque realmente no puede convivir con ella.
Yo odio a la gente porque no me queda de otra.
Yo odio a mi familia porque nunca entienden y nunca lo harán.
No, no los odio, pero a veces quisiera hacerlo, sería más simple para mí el despreciarlos que el aguantarlos, pero nadie nunca dijo que es fácil vivir entre el mundo real y el mundo dentro de tí, el que tu creaste porque el real no es como te gustaría, porque en el real no puedes vivir.
Porque no estas hecho para vivir en un mundo como el real, te fabricas uno en el que puedas ser feliz, conforme, omnipotente y omnipresente. Donde el dolor no sea algo que conozcas, y la tristeza solo sea un mito. Donde las cosas existan como quieres que existan.
Pero ese tipo de mundo no existe, ¿verdad?