Malos sentimientos

Tengo envidia de ti porque siempre te ha sido fácil conseguir lo que quieres, no importa cuanto haya tratado de hacerlo, no lo consigo, y tu, sin buscarlo, te topaste con él.

Tengo una decepción al ver que el hombre que te hizo sentir eso fue el que por mucho tiempo me causó celos, el que siempre te gustó pero que ignoraste por mí.

Tengo celos de lo que sentiste, de lo tu le hiciste sentir, porque yo quería que lo sintieras conmigo, que fueras así a mi lado y nunca lo fuiste, ni siquiera cuando yo trataba de provocarte.

Me siento culpable porque ahora me doy cuenta que pudiste haber tenido eso desde el principio, pero me interpuse entre el y tu.

Me siento triste porque ni siquiera hay alguien a mi lado para experimentar con ella y el llegó a ti antes de que te dieras cuenta.

Soy tu amigo, y me alegro mucho por ti, enmedio de toda esta tristeza, se que lo que te pasa es bueno, que eres feliz y encontraste a alguien que hizo explotar todo el cariño que querías dar, que es tan parecido a tí, que, al final, es mejor para tí de lo que yo fuí.

Pero no me pidas que salte de alegría ni que mi expresión inmutable se conserve mientras me cuentas esto, porque todos estos malos sentimientos, toda esta conjunción de pensamientos me vendrán a la mente cuando recuerde lo que te pasó.

Ayer, aún cuando siempre me creo el sueño, no pude dormir, estuve durante una hora, acostado en mi cama, enojado por todo lo que sentiste con ese beso, no pude dormir hasta que lo olvidé, y cada vez que recuerde eso, me enojaré por muchas razones, pero aún así me alegro por tí.