Me importas tu
Me acabo de despertar, no se realmente que hora es, pero me alegro que ese penetrante y agudo dolor de cabeza haya desaparecido.
Me levanto aturdido de la cama de mi hermana, no recuerdo como es que terminé ahí, ni porque tengo el reproductor de mi celular encendido.
Apago la música, no es buen momento para escuchar las melancólicas canciones de No Doubt, sobre todo "Don't Speak".
Se me dificulta caminar, así que me ayudo de la pared para llegar al baño, necesito revisar mi cara, esa destruida expresión mía en la que se notará el cansancio y el ridículo sufrimiento del dolor de cabeza... no, me veo normal.
Que molesta sensación, pero el estupor se va. Ahora recuerdo que pasaron cosas raras en mi mente, conversaciones y llamadas que tengo que hacer.
Las mujeres, bendita tortura del género masculino, siempre son la primera y la última cosa en la que pienso cada día.
Ideas dispersas de una mente dispersa, me acuerdo de tí y me pregunto si estas bien; hemos estado hablando hace mucho tiempo y mi cariño hacia ti es tan profundo que sólo te deseo bien al no poder tenerte conmigo. Incluso puedo pedirte perdón por pensar en otras mujeres cuando siempre estuviste en una gran parte de mi corazón, pero sabemos que el amor en la vida real es siempre una espina que molesta el resto de tu existencia.
Espero que te encuentres bien, que tus problemas dejen de perturbarte, en todo caso, yo siempre tendré tiempo para escucharte.
Me levanto aturdido de la cama de mi hermana, no recuerdo como es que terminé ahí, ni porque tengo el reproductor de mi celular encendido.
Apago la música, no es buen momento para escuchar las melancólicas canciones de No Doubt, sobre todo "Don't Speak".
Se me dificulta caminar, así que me ayudo de la pared para llegar al baño, necesito revisar mi cara, esa destruida expresión mía en la que se notará el cansancio y el ridículo sufrimiento del dolor de cabeza... no, me veo normal.
Que molesta sensación, pero el estupor se va. Ahora recuerdo que pasaron cosas raras en mi mente, conversaciones y llamadas que tengo que hacer.
Las mujeres, bendita tortura del género masculino, siempre son la primera y la última cosa en la que pienso cada día.
Ideas dispersas de una mente dispersa, me acuerdo de tí y me pregunto si estas bien; hemos estado hablando hace mucho tiempo y mi cariño hacia ti es tan profundo que sólo te deseo bien al no poder tenerte conmigo. Incluso puedo pedirte perdón por pensar en otras mujeres cuando siempre estuviste en una gran parte de mi corazón, pero sabemos que el amor en la vida real es siempre una espina que molesta el resto de tu existencia.
Espero que te encuentres bien, que tus problemas dejen de perturbarte, en todo caso, yo siempre tendré tiempo para escucharte.
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