Todo tiene un comienzo, todo tiene un fin.
He decidido dejar este blog, más bien... dejar este nick, y con eso, cambiar todo mi alrededor.
Nimaghnei es un sobrenombre que siempre he pensado que me queda grande, que de manera arrogante tomé, pensando que tenía la capacidad suficiente para soportar tan fuerte carga.
Este sobrenombre es demasiado fuerte para mí, incluso con la gran ironía de que yo lo creé... pero es exactamente por eso por lo que se que debo de dejarlo.
Mucho pasado, muchas cosas que necesito que sean borradas... muchas experiencias malas; pero sobre todo, demasiadas experiencias que podrían ser nombradas como excelentes, enormes estorbos para mí y el futuro que me espera.
Es hora de que el dragón duerma, que la sombra surga; que ella grite para recuperar la escencia del verdadero yo... uno que siempre está escondido en las palabras que no le expreso a nadie, en las sonrisas ocultas, en los versos compuestos, en las obras ideadas, en las frases del messenger, en los mundos que creo, en los sentimientos que se ahogan en mi pecho.
Un ser paranóico, excéntrico, megalómano, irónico, sarcástico, cínico, estóico, escéptico, catártico, egocéntrico, contradictorio, melancólico, nostálgico, anárquico, totalitario.
Un hombre que vive en sueños, porque son ellos los que le dicen la verdad que busca. Una persona con corazón de niño y alma de viejo. Alguien que a los 19 años admite estar cansado de la vida, y por eso continúa de manera penosa el largo camino que le hace falta.
Es hora de que Nimaghnei descance, que vuelva a su mundo, que deje de infectar de mal, rencor y destrucción la realidad, mi realidad.
El rey morirá, y con su muerte se levantará otro ser para tomar el puesto.
Es posible que pida ayuda, bien saben que no soy muy versado en esto de la edición HTML y tengo la idea para un lay decente para el nuevo lugar.
El rey ha muerto. Larga vida al rey.
Dios guarde a Nimaghnei. Dios beniga a Nightwing.